1. EL BATALLON (INTRO)

(Instrumental)


2. PRISIONERO

Olvidado en un rincón, he perdido la noción
De los meses encerrado sin poder salir.
Muchas noches sin dormir anhelando lo que fui.
No me creo lo que está pasando.

Cuanto pedirán por mi liberación.
Cuánto tardarán en darles lo que piden.
No podré aguantar mucho tiempo más,
En tres metros, sin luz, entre cuatro paredes.

Oigo voces discutir sobre si negociarán,
Mal presagio del futuro empiezo a divisar.
A qué esperan; a qué juegan. Todo huele un poco mal,
Que le entreguen toda mi fortuna.

Volver a empezar, volver a nacer,
Aprender a andar, aprender a ver.
No necesito más que una oportunidad,
Juro aprovechar el resto de mis días.

Empiezo a olvidar quien soy
Y olvidé ya lo que fui. Solo sé que soy
Un mártir del poder.

Imagino pasear, sentir el viento en mi sudor,
Mirar al frente y ver un mundo a mí alrededor.
Y me cuesta distinguir lo real de lo que no.
Quisiera estar en una pesadilla

Tirado en el suelo intentado imaginar
Un mundo del pasado en el que pueda pasear.
No necesito más que una oportunidad.
Juro aprovechar el resto de mis días

Empiezo a olvidar quien soy
Y olvidé ya lo que fui. Solo sé que soy
Un mártir del poder.

Prisionero levántate, ha llegado ya tu final,
Alza tu mirada y no supliques más.

Prisionero levántate, ha llegado tu final,
Alza tu mirada y no supliques más.

Empiezo a olvidar quien soy
Y olvidé ya lo que fui. Solo sé que soy
Un mártir del poder.


3. GUERRA

Si te miro a los ojos veo tanta pena y dolor,
Familias que huyen de su hogar han perdido su honor.
Mientras quieres vengarte, reclamar tu ira por dos.
Pienso cómo mi hijo jugará sin temor.

Una mente ardiendo en el rencor,
Que siempre tendrá una razón.
Un peso que ciega tu satisfacción.

Has caído al infierno por buscar
Motivos que nunca saciarás.
Muerte maldita, un día hallarás.

Mira atrás, cuando el campo era aun verde;
Cuando el tiempo pasaba y no llorabas por él.
Aun pienso en mi hogar y en mi familia,
Todo mi alrededor es un manantial de vida.

Tras mi arma y mi puño solo está mi tranquilidad.
La manera de ver a mi alma en paz y no despertar.

Una mente ardiendo en el rencor,
Que siempre tendrá una razón.
Un peso que ciega tu satisfacción.

Gira en torno a ideas que creó:
La ira y la rabia que cambió
Su mente, su cuerpo, su gran corazón.

Mira atrás, cuando el campo era aun verde;
Cuando el tiempo pasaba y no llorabas por él.
Aun pienso en mi hogar y en mi familia,
Todo mi alrededor es un manantial de vida.

Quiero ver el lado oscuro de tu corazón.
Hablarle como si tuviera la humildad;
Poder hablar y escuchar.

Pero no hay razón en tu manera de querer llegar,
A un destino donde no existe la luz, ni el honor,
Ni el poder de sumisión.

Mira atrás, cuando el campo era aun verde;
Cuando el tiempo pasaba y no llorabas por él.
Aun pienso en mi hogar y en mi familia,
Todo mi alrededor es un manantial de vida.


4. HUELLAS DE ADAN

Su mirada angelical
Muestra signos de frialdad.
Sus ojos abren puertas, mueven piedras,
Es sin duda un gran disfraz.

Lengua oscura y viperina
Que hace daño al susurrar.
Falso que eres falso, solo dices
Lo que quiero escuchar.

El hombre oculta a un ángel
Caído de un cielo gris.

Árbol que crece en tierra hostil,
Su tronco tiene las huellas de Adán.
Su piel es gruesa y sirve
Para sobrevivir a este lugar.

Efusivo y sin piedad,
Te da un beso al saludar.
No creas que es tan fácil
Ver sus ojos, ver un poco más allá.

El hombre oculta a un ángel
Caído de un cielo gris

Árbol que crece en tierra hostil,
Su sabia tiene las huellas de Adán.
Su flor es negra esconde
Hedor, forjado por la ira de un Dios.

No te esconderás, deja de engañar.
Árbol enraizado entre tierra fértil que empobreció.
Árbol enraizado sobre tierra firme que machacó.

Árbol que crece en tierra hostil,
Su sabia tiene las huellas de Adán.
Su flor es negra esconde
Hedor, forjado por la ira de un Dios.

Árbol que crece en tierra hostil,
Su tronco tiene las huellas de Adán.
Su piel es gruesa y sirve
Para sobrevivir a este lugar.


5. CODIGO DE HAMMURABI

Mil setecientos sesenta antes de Cristo,
Se forjaron unas leyes que aplicaban
Ojo por ojo, la ley del Talión.

Leyes escritas en piedra, de origen divino,
Inalterables por todo ser, que unificaron
El criterio para juzgar.

Shamash, dios de la justicia,
Entregó las leyes al rey Hammurabi,
Rey del imperio de Babilonia, aliado de Dios.

Los jueces eran sacerdotes acostumbrados
A hacer juicios subjetivos. Ahora estaban
Regidos por una mima ley.

Esclavos, siervos y hombres libres,
Todos debían conocer cuál era el precio
De incumplir sus obligaciones en la sociedad.

Codigo de Hammurabi, fue entregado por un Dios.
Codigo de Hammurabi, lo impuso el Dios del Sol.

Codigo de Hammurabi, fue dictado por un Dios.
Codigo de Hammurabi, lo impuso el Dios Shamash.

El imperio se hizo tan grande
Que se extendió hacia las afueras de Mesopotamia,
Y unificó la lengua y el credo bajo un mismo Sol.

El código estaba dispuesto a la vista
De todo hombre en el imperio, no había excusa
De su ignorancia frente a un error.

Codigo de Hammurabi, fue entregado por un Dios.
Codigo de Hammurabi, lo impuso el Dios del Sol.

Codigo de Hammurabi, fue dictado por un Dios.
Codigo de Hammurabi, lo impuso el Dios Shamash.

Muchos no sabían leer,
No podían interpretar el código a acatar.

Pero ante los ojos de un juez,
Todos eran iguales, no había distinción.

Esclavos, siervos, hombres libres,
Todos regidos por una misma ley.

Codigo de Hammurabi, fue entregado por un Dios.
Codigo de Hammurabi, lo impuso el Dios del Sol.

Codigo de Hammurabi, fue dictado por un Dios.
Codigo de Hammurabi, lo impuso el Dios Shamash.


6. PRINCESA DEL MAR

Llegarás a entender
Todo tiene un final.
El mío ha llegado ya,
Debes andar sin temor.

Cuando pienses en los dos,
A tu lado estaré.
Si preguntas me hallarás
Y con mi alma te abrazaré.

Todos los días amanecen, el tiempo no te esperará.
Crea en tu vida un jardín y siembra en él felicidad.
La tempestad siempre se acaba, solo debes esperar.
No hay mayor derrota que tu propia rendición, princesa del Mar

Siempre creí en algo más.
Algo de magia, un más allá.
Cuando naciste comprendí
Los milagros existen, tú estabas allí.

Te despido en mi regazo,
Acariciando tu fina piel.
Sonrío y sollozo al decirte:
Te quiero mi vida, contigo estaré.

Todos los días amanecen, el tiempo no te esperará.
Crea en tu vida un jardín y siembra en él felicidad.
La tempestad siempre se acaba, solo debes esperar.
Nunca te derrumbes mi princesa, princesa de la mar.


7. EL MITO DE LA CAVERNA

Desde niños están creciendo en la oscuridad,
Encadenados de pies y de cuello.
Solo pueden mirar hacia una pared,
Donde solo ven unas sombras hablando.

Pero atrás de su muro hay algo más que no han visto jamás:
Una hoguera encendida, un camino donde hombres transitan
Y llevan objetos de gran altitud,
Son los causantes de su mundo sensorial.

El hombre encadenado a su cuerpo,
Tan solo puede ver sombras y apariencias.
Solo aquel capaz de romper las cadenas
Podrá contemplar un mundo de ideas.

Qué ocurriría si un cautivo es soltado
Y se le obligara a girar su cabeza.
Quedaría perplejo, no podría entender,
Se aferraría a su mundo de sombras

Pero si es arrastrado hacia el exterior obligándole a andar
Descubriría poco a poco otra verdad.
No querría jamás volver a estar bajo la oscuridad,
Cualquier otra cosa antes que su antiguo hogar.

El hombre encadenado a su cuerpo,
Tan solo puede ver sombras y apariencias.
Solo aquel capaz de romper las cadenas
Podrá contemplar un mundo de ideas.

El hombre retorna a ayudar a los suyos,
Les querrá soltar, mostrar otro mundo.
Pero aquellas mentes enajenadas
Se reirán de él, de absurdas palabras.


8. INVOLUCION

Se enfrentó a la ley que un hombre dictó
Basado en normas de un orador.
No quiso admitir ceder ante un Dios,
Ante su nuevo rey.

Una decisión llena de valor, sangre, y sudor,
Luchó por su honor

Tuvo que partir lejos de su país,
Su vida entera dejada atrás.
Bien sabe que un día volverá,
Se enfrentará a la ley.

Tenía que esperar el momento
En que la oración se hiciera larga y cruel.

Cien batallas por la redención de un pueblo,
Que reza una oración.
Es el miedo, arma divina del hombre.
Involución.

El día al fin llegó cuando amaneció
De color rojo el río gris.
Batallas lideró hasta que venció,
Hizo valer su ley.

La ira le cegó y no vio como cambió,
Como arrodilló al pueblo ante sus pies

Cien batallas por querer cambiar
Algo escrito en la humanidad.
Es el miedo, arma divina del hombre.
Involución.

Homo et gloria numquam unient si homo est inferni.
(El hombre y la gloria nunca estarán unidos si el hombre Forma parte del infierno)
Mundus flanmens sanguine multorum et corde paucorum
(Un mundo enrojecido por la sangre de muchos y el corazón De pocos)

Cien batallas por querer cambiar
Algo escrito en la humanidad.
Es el miedo, arma divina del hombre.
Involución.

Cien batallas por la redención de un pueblo,
Que reza una oración.
Es el miedo, arma divina del hombre.
Involución.


9. VUELA ATRAS

Algún día, quizás, decidas pensar
Cómo has cambiado.
Algún día, quizás, te des cuenta
Como te cambió.

Te dejaste arrastrar
Por ideas erróneas que te inculcó.
Te olvidase de todo aquello
Que un día amabas con ilusión.

Y dejaste de amar con tu razón.
Ahora sigues los pasos de tu temor.

Vuela atrás por la amistad.
No puedes huir y dejarnos atrás.
Vuela atrás por tu libertad.
No puedes querer atar tu cuerpo y tu alma.

En un mar de neblina
Una tenue luz creyó divisar.
Se acerca, se adentra
En un laberinto que no tiene final.

No queremos forzarte
A que tomes una decisión,
Pero intenta pensar en todo aquello
Que te hacía ilusión.

Y dejaste de amar con tu razón.
Y ahora sigues los pasos de tu temor

Vuela atrás por la amistad.
No puedes huir y dejarnos atrás.
Vuela atrás por tu libertad.
No puedes querer atar tu cuerpo y tu alma.

Un lugar donde se apaga la luz,
Donde se encuentra un final,
Donde unos quieren seguir,
Pero otro ya no querrá.

Le piden una explicación, una reconciliación,
Pero se temen que no,
Que nunca tendrán
Ni un último adiós.

Y dejaste de amar con tu razón.
Y ahora sigues los pasos de tu temor

Vuela atrás por la amistad.
No puedes huir y dejarnos atrás.
Vuela atrás por tu libertad.
No puedes querer atar tu cuerpo y tu alma.


10. RASTROS DE LUZ

Todas las noches paseaba con mi amor,
Cogidos de mano entregándonos calor .
Nuestros ojos reflejaban una luz,
Nada nadie podría hacer que un día se apagara.

Fue un simple instante cuando el tiempo se paró,
Sus ojos cerrados, su sonrisa se desvaneció.
Frágil, tenue, su hilo de vida se rompió.
Me hundía bajo el cielo, frente a mi amor.

Rastros de luz que a mi alma guiarán,
Para luchar y llegar a la esperanza eterna.
Pronto iré, a tu lado estaré .
Espérame, espera el día en que siempre te veré.

Pasaron años desde que mi amor se fue,
Pasó un tiempo en el que nunca despertó,
Y aún mi alma se ahoga al respirar,
Al ver mi vida que nunca la haré regresar.

Rastros de luz que a mi alma guiarán,
Para luchar y llegar a la esperanza eterna.
Pronto iré, a tu lado estaré .
Espérame, espera el día en que siempre te veré.

Quiero volver a sentirte otra vez,
Quiero vivir en paz y soñar.


11. EL MITO DE LA CAVERNA (RONNIE ROMERO)

Desde niños están creciendo en la oscuridad,
Encadenados de pies y de cuello.
Solo pueden mirar hacia una pared,
Donde solo ven unas sombras hablando.

Pero atrás de su muro hay algo más que no han visto jamás:
Una hoguera encendida, un camino donde hombres transitan
Y llevan objetos de gran altitud,
Son los causantes de su mundo sensorial.

El hombre encadenado a su cuerpo,
Tan solo puede ver sombras y apariencias.
Solo aquel capaz de romper las cadenas
Podrá contemplar un mundo de ideas.

Qué ocurriría si un cautivo es soltado
Y se le obligara a girar su cabeza.
Quedaría perplejo, no podría entender,
Se aferraría a su mundo de sombras

Pero si es arrastrado hacia el exterior obligándole a andar
Descubriría poco a poco otra verdad.
No querría jamás volver a estar bajo la oscuridad,
Cualquier otra cosa antes que su antiguo hogar.

El hombre encadenado a su cuerpo,
Tan solo puede ver sombras y apariencias.
Solo aquel capaz de romper las cadenas
Podrá contemplar un mundo de ideas.

El hombre retorna a ayudar a los suyos,
Les querrá soltar, mostrar otro mundo.
Pero aquellas mentes enajenadas
Se reirán de él, de absurdas palabras.